Lo propio de un movimiento es, haciendo honor a su nombre, moverse, actuar. Esto también se predica del movimiento social de las personas con discapacidad y sus familias que en España está organizado y articulado unitariamente en el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). Pero la fuerza de arrastre de esta concentración en lo operativo, generar condiciones que permitan cambiar los entornos culturales, sociales, económicos políticos y jurídicos que aún son hostiles a las personas con discapacidad, tarea ingente, induce a descuidar lo que podríamos llamar el relato de este mismo movimiento, su narrativa. Lo que debe ser dicho y compartido en una comunidad dada para que ésta pueda tener conciencia de sí misma, de su devenir y forjar así una cierta identidad en la que reconocerse. La acción, siempre preferente, sacrifica de algún modo la narración, que se juzga accesoria. Sin desear invertir ese estado de cosas -no se pretende relatar sin hacer, que constituiría mera e ilusoria ficción-, conviene no deseñar del todo la narrativa del movimiento social de la discapacidad, dedicándole alguna atención legítima, en dosis, que será admisible si no desborda el límite infranqueable de la distracción de lo sustancial, el obrar.

 

A esta tarea de auto referencialidad discursiva en grado admisible se prestan los aniversarios, la conmemoración de fechas señaladas en la historia de una organización. Este es el caso del CERMI, que, en 2022, cumple los 25 años de su creación formal. Sin incurrir en la pirotecnia intransitiva de la mera celebración vanidosa de un aniversario, hemos querido que sirva como coartada para redactar y enunciar un cierto relato del movimiento social de la discapacidad en España, en la dimensión de su organización unitaria de representación, acción y defensa, el CERMI. Y para articular este discurso nada mejor que acudir al testimonio de quienes pueden ser consideradas las personas precursoras del movimiento CERMI. 25 activistas, tantos como años transcurridos desde la fundación de la entidad, que estuvieron en el inicio, con roles de protagonismo productivo, y que contribuyeron a alentar y configurar lo que ha terminado siendo esta expresión organizada del sector social de la discapacidad.  

 

25 testimonios directos, en primera persona, presentados en modo de entrevista, a cargo de la periodista Blanca Abella, publicadas durante los años 2021 y 2022 en el digital cermi.es semanal, el órgano de expresión del CERMI, que trazan el dibujo de las etapas inaugurales de esta plataforma cívica, más lejanas en el tiempo y que se ponen por escrito para que la memoria histórica de este movimiento social, siempre flaca, tenga registros bastantes para armar una narración, que al tiempo revela y descubre, y atrapa la atención. Dice verdad porque dice vivencia y también manifiesta convivencia. Un relato que es sobre todo un alegato persuasivo en favor de la inclusión, los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en España en las últimas décadas.  

 

(*) Texto del prólogo de la obra “En los inicios CERMI”, título de próxima publicación en las colecciones de libros de CERMI